domingo, 23 de noviembre de 2014

七五三

Sichi-go-san es una celebración japonesa que se realiza el 15 de noviembre con los niños más pequeños, para pedirles a los dioses sintoístas su futuro bienestar.

Sichi-go-san significa siete-cinco-tres, ya que en esta celebración participan los niños de tres y cinco años, y las niñas de tres y siete años. Los niños llevan por primera vez la vestimenta tradicional japonesa: las niñas visten kimonos; y los niños chaquetas haori y pantalones hakama.

Los niños acuden a un templo, acompañados de sus padres, en el que un monje sintoísta reza una oración en su honor.

Tras la visita al templo, los niños suelen comer unos caramelos llamados chitoseame, que son considerados el dulce de la longevidad.

Yo tuve la suerte de ir al templo Zojo-ji ese mismo día, y de que dos niñas de siete años (bueno, su madre) me dejasen hacerles una foto vestidas con kimonos preciosos.





sábado, 22 de noviembre de 2014

八千

Hachiko, además de mi película favorita (a pesar de ser una película americana que cuenta una historia japonesa), es el nombre de un famoso perro.

Hachiko fue un perro de la raza Akita, que nacio en una granja. Fue regalado a un profesor de la universidad de Tokio, por lo que le trasladaron a la estación de Shibuya.
Cada mañana, Hachiko acompañaba a su dueño a la estación cuando este iba al trabajo, y por la tarde iba a recogerle e iban juntos de vuelta a casa, comportamiento que sorprendió a los trabajadores de la estación.
Un día el profesor sufrió un infarto durante sus clase en la universidad. Hachiko se pasó los siguientes nueve años esperandole en la estación, alimentado por las mismas personas que antes le habian visto acompañar y esperar a su dueño. En 1934, si no me equivoco, se construyó una estatua de bronce en honor a Hachiko, y se colocó en la estación de Shibuya. Hachiko estuvo presente cuando inaguraron la estatua.
En 1935 fue encontrado muerto en frente de la estación, y se colocó un monolito ee piedra en su honor al lado de la tumba de su amo.
Todos los años, el 8 de marzo, creo, los japoneses rinden culto al perro en la estación de Shibuya.

Recomiendo la película, aunque tengo entendido que hay una japonesa anterior a la americana, en cuanto pueda la veré y os contaré.



jueves, 13 de noviembre de 2014

おふろ

Llevo mucho tiempo queriendo escribir esta entrada en el blog, pero la verdad es que siempre me ha dado pereza, pero hoy, por fin, me he decidido a hacerlo.

Hoy os voy a hablar de los baños japoneses,  y os preguntareis que por qué los baños, ¿no? Pues porque me llamó mucho la reacción de las chicas europeas en la orientación inicial al ir a bañarse en un baño común japonés.

Los baños comunes existen en todo el mundo, cierto, pero aquí son diferentes. Aquí los baños tienen duchas individuales, pero la mayoría de las duchas están pegadas a un lavabo con un taburete en frente, y la gente se lava sentada. Además hay una bañera grande común, en la que la gente, después de lavarse muy bien para no ensuciar el agua, se meten juntos ahí para relajarse.
Yo estoy entrenada de ducharme con mis amigas de los Scouts, o de las clases de natación, así que la verdad es que no me da ninguna vergüenza bañarme en un baño común, sin embargo, las chicas europeas de las que os he hablado antes empezaron a gritar nerviosas y vergonzosas, cosa que me pareció bastante absurda.

Caso aparte, los baños en las familias individuales funcionan de forma parecida a los comunes. El agua en Japón es muy cara, así que la bañera se llena para toda la familia, y después de lavarse en el taburete que hay al lado de la bañera, se meten en ella para relajarse. La verdad es que relaja mucho, pero les encanta el agua ardiendo y a veces está demasiado caliente para mi.


lunes, 10 de noviembre de 2014

English Camp

El último fin de semana de octubre (26 y 27, creo recordar), tuve excursión con el instituto. Por casualidades de la vida, iba a pasar el fin de semana en el Centro Olímpico, que es el mismo sitio donde me quedé en la orientación del primer día que pasé aquí.

La mañana del 26 (domingo) fui al centro y me encontré allí con mi clase. El campamento consistía en dar clases de inglés en las que los profesores eran estudiantes de la Temple University en Tokyo. Os podéis imaginar (por si no lo he dicho, el inglés que doy en el equivalente a 4º de la ESO, es el inglés que en España se estudia en primaria, más o menos), me dediqué todo el fin de semana a hablar con los estudiantes de sus vidas y las mías. Hubo dos con los que me llevé muy bien, pero, para mi desgracia, el programa no permitía que intercambiásemos datos, y para mi doble desgracia, se me está pegando eso de seguir todas las normas.

Pasé un fin de semana bastante divertido con mis amigas, y por la noche querían quedarse despiertas jugando a las cartas, pero en cuanto nos tumbamos, caímos rendidas. 

El lunes por la mañana (27) también teníamos clase, y luego la representación de una obra de teatro, corta, representada por cada clase, y en mi clase habían elegido a mi grupo, así que me tocó subirme al escenario. Después de las obras sólo nos quedaba hacernos las fotos de grupo, así que me despedí de mis nuevos no-amigos de la universidad y me fui con mis amigas a casa.







ESS 八ロウィーン パーティー

El 2 de noviembre (sí, lo sé, el orden cronológico de mi blog es pésimo, y lo siento, pero es que es tan difícil escribir desde el móvil y me da tanta pereza coger el ordenador...) tuve "fiesta" de Halloween con mis compañeros del club de inglés del instituto.

Os explico: imaginad el concepto fiesta en vuestra mente. Ahora borrad el alcohol, las drogas y la música. Pensad que empezaba a las diez de la mañana. Y, ¡ahí está! La fiesta consistía en comer chuches japonesas (no me quejo, que buenas están...) y (sí, no os asustéis) jugar al bingo (en el que gané unas gafas-pajita a las que pienso dar mucho uso cuando vuelva a España).

Podríais pensar que caí tan bajo de disfrazarme demasiado fresca, como la mayoría de las adolescentes, pero no (no considero disfraz a lo que pude conseguir con tres días de antelación, y además, teniendo prohibido enseñar el hombro y con el frío que hace, de fresca no tenía nada).

Aquí el concepto fiesta no tiene nada que ver con el de España (si eres menor de 20 años, claro).
De todas formas me lo pasé bien, puesto que no suelo salir mucho los findes y hacer algo que no sea quedarme en casa con la familia siempre anima, ¿no?







はなび

Podéis matarme por no haber escrito esta entrada antes, porque me lo merezco.

El 18 de octubre, un día muy especial, mis poderosos amigos japoneses lanzaron fuegos artificiales (Hanabi) para mi. (Es broma, no os lo creáis, los lanzaron porque quisieron).

El caso es que quedé con mis amigos de AFS. Beste (de Turquía) y Livio (de Suiza) para ir a verlos juntos. Eran en Enoshima, así que mi amor por lo que vi fue el doble de grande, ya que, como no sé si he dicho ya, Enoshima es el mejor lugar que he visitado (de momento).

Los fuegos los tiraban a las seis de la tarde, así que hasta esa hora estuvimos dando una vuelta por la isla, porque era la primera vez que mis amigos iban.

Los fuegos fueron increíbles, aunque estaba lleno de gente y era muy difícil hacerse un hueco entre la multitud. Aún así, los fuegos artificiales más increíbles de mi vida, aún sigo sin recordar por qué me gustaban los de España.







しゃぶしゃぶ

El lunes pasado fui con mi familia a cenar a un restaurante-buffet de shabu-shabu.

El nombre del shabu-shabu viene del sonido que hace al cocinarlo. Consiste en una olla, que se pone en el centro de la mesa con sopa. Normalmente, en los restaurantes, la olla se divide a la mitad, y así ofrecen dos tipos de sopa, a la que se le puede añadir verduras al gusto.

Cuando la sopa hierve, se añade la carne, pero no se deja ahí, sólo se agita un poco dentro de la sopa hasta que se cocina. Cuando está hecha podemos añadirle salsas.

Es muy simple y fácil, y una entrada de blog muy corta, pero está buenísimo, y para invierno es un plato bastante calentito.