Hachiko fue un perro de la raza Akita, que nacio en una granja. Fue regalado a un profesor de la universidad de Tokio, por lo que le trasladaron a la estación de Shibuya.
Cada mañana, Hachiko acompañaba a su dueño a la estación cuando este iba al trabajo, y por la tarde iba a recogerle e iban juntos de vuelta a casa, comportamiento que sorprendió a los trabajadores de la estación.
Un día el profesor sufrió un infarto durante sus clase en la universidad. Hachiko se pasó los siguientes nueve años esperandole en la estación, alimentado por las mismas personas que antes le habian visto acompañar y esperar a su dueño. En 1934, si no me equivoco, se construyó una estatua de bronce en honor a Hachiko, y se colocó en la estación de Shibuya. Hachiko estuvo presente cuando inaguraron la estatua.
En 1935 fue encontrado muerto en frente de la estación, y se colocó un monolito ee piedra en su honor al lado de la tumba de su amo.
Todos los años, el 8 de marzo, creo, los japoneses rinden culto al perro en la estación de Shibuya.
Recomiendo la película, aunque tengo entendido que hay una japonesa anterior a la americana, en cuanto pueda la veré y os contaré.
Claro, por esto sabía mi hermano de qué perrito se trataba. Tramposo!!!!
ResponderEliminar¡Lo que hemos llorado con esta pelicula ! No podíamos imaginar entonces que ahora estés allí.
ResponderEliminarEso se llama cultura general y cinematográfica en particular, nada de trampas
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